La bodega es otra de sus señas de identidad. Compuesta por más de 500 referencias de vino, nacionales e internacionales, y caracterizada por la personalidad de cada botella. La guinda final, o el entrante perfecto, una selección de cócteles clásicos y de autor que ocupan un lugar privilegiado en este espacio.

Una apuesta gastronómica desenfadada y casual que prima la cercanía y que permite poder compartir con amigos una buena sobremesa.